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El coito programado o dirigido es una forma simple de manejo considerado como tratamiento de baja complejidad, donde las relaciones sexuales se sincronizan con la ovulación.

Se aplica en por lo general en parejas jóvenes, con pruebas de fertilidad normales (infertilidad inexplicada), infertilidad anovulatoria, siempre y cuando cuenten con parámetros seminales normales evidenciados con el espermatograma y con una reserva ovárica normal. También se indica en aquellas parejas que por motivos personales o religiosos no se les permite realizar tratamientos reproductivos como inseminación artificial o fecundación in vitro.

El coito programado necesita de un monitoreo para determinar en qué momento la paciente ovula e indicar las relaciones sexuales naturales, dicho monitoreo se puede realizar por ecografía transvaginal o por la detección del pico de LH.

Una vez que se encuentre a la ecografía transvaginal uno o dos folículos de 18 mm de diámetro) se administra la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) para desencadenar la ovulación, la cual se producirá 36 horas después y que es cuando se indicarán las relaciones sexuales.

El coito dirigido puede ser de 2 tipos:

• Coito programado en ciclo natural: sin medicación.
• Coito programado con estimulación ovárica: con medicamentos que inducen la ovulación (citrato de clomifeno, letrozol, gonadotropinas).

La tasa de éxito es baja, alrededor del 10%, por lo que se intenta por 3-6 meses. Hay que tener en cuenta que los resultados varían por aspectos como la edad de la mujer, el tiempo de infertilidad, entre otros.